Esta casa, con un encanto especial, es la planta de abajo del Porxo. Tiene una habitación, con grandes ventanales y una cama de matrimonio, un tapiz hecho de patchwork, que llena la pared, resalta el escaño de los abuelos.
El comedor que se comunica con la cocina por una ventana, conserva la chimenea más antigua de la casa.
Desde las ventanas y saliendo fuera, disfrutamos de la vista y tenemos el privilegio de ver en primera línea, el tren cremallera haciendo su trayecto hacia el Santuario de Núria, oyendo su entrañable silbato.
Enfrente mismo de la casa encontramos el antiguo camino ganadero, un camino lleno de fresnos y chopos, que te lleva a la estación y al pueblo.